#Opiniones En Ascuas

POR OSCAR GLENN MORALES

¿Contienda sin Fair Play es contienda?

Apenas estamos en el segundo tercio de las precampañas y ya estamos viendo simulaciones de procesos, disputas internas y acusaciones cruzadas tanto al interior como al exterior de los diferentes partidos, ninguno se salva al grado que si fueran teleserie, habría que gozar el rating, porque manejan el suspenso, la intriga y hasta el drama de manera magistral.

Pero hablamos de una realidad donde el "platillo" parece tan apetitoso y hoy tan  inéditamente accesible, que cualquiera diría que es difícil no caer en la tentación de hacer lo que sea para tratar de quedarse con la mayor rebanada del "pastel político", con todo lo que implica.

Pero antes de participar como espectadores o porristas de un torneo de  "valetodo" convendría reflexionar un poco nuestras acciones por venir para no después ser esclavos o víctimas de la sorpresa y la decepción.

¿Qué tipo de elección tendríamos (o tendremos) con partidos y candidatos que parecen  todos dispuestos a romper las reglas y pagar las sanciones consecuentes o victimizarse por ellas con tal de avanzar en la competencia electoral? 

¿Cuál será entonces la definición de confiabilidad? 

Irónico sería que cuando numéricamente parezca qué hay múltiples opciones haya tan pocas y la historia por ver parezca lo que en términos farandulezcos se le llama "un refrito".

¿Ya han pensado quiénes   serán los que se comporten con mayor integridad?

¿Están realmente mal las reglas y la autoridad o es sólo que la estrategia de decirlo sigue siendo útil?

¿Es aceptable decir que el fin justifica los medios cuando no tenemos clara la definición de cuál es el fin real? 

Si compramos la idea que sólo haciendo trampas se le puede ganar a que llaman campeón de los tramposos, ¿qué podemos esperar cuando haya un nuevo campeón?

¿Y si el juego es aparentar que pelean por un cambio para hacer un intento inconcluso y provocar que todo quede igual? 

Eso ha dado a pensar. ¡Vaya enredo!

Así avanza el ejercicio de la democracia mexiquense para el 2017, se nos requiere poner bajo la lupa y la báscula a cada contendiente. ¿Le entramos o nos dejamos llevar?

¿Hay opciones?

Ilústrenme con su opinión.  

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