Karina Ramirez Karina Ramirez

Prepara UNAM a emprendedores para fortalecer la economía en zonas de escasos recursos

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  • Se busca generar mejores condiciones de vida que, incluso, empoderen a las mujeres

Un total de 50 proyectos son el resultado del “Diplomado en Desarrollo de Empresas Rurales”, organizado por la UNAM y la Fundación W.K. Kellogg, mediante los cuales se busca generar impacto positivo en el progreso de diversas regiones de 15 estados del país. 

Durante la clausura de los trabajos, Alejandro Polanco Jaime, responsable del diplomado en línea organizado por la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia, destacó que durante siete meses los 50 participantes de la segunda edición de esta actividad académica elaboraron un plan de negocio que responde a problemáticas y oportunidades específicas con miras a detonar procesos de desarrollo local, equitativo y sostenible.

Subrayó la importancia de este proyecto educativo en línea, el cual busca formar cuadros para el fomento de la economía social y solidaria en el medio rural.

Los asistentes al diplomado son de Yucatán, Quintana Roo, Campeche, Chiapas, Oaxaca, Veracruz, Guerrero, Morelos, Ciudad de México, Estado de México, Querétaro, Jalisco, Nayarit, Durango y Chihuahua

Jorge Ríos Szalay, miembro del Consejo Asesor del proyecto e investigador de la División de Posgrado de la Facultad de Contaduría y Administración de la UNAM, indicó: es necesario que los egresados piensen en las dificultades que enfrentarán día a día y, la vez, en la voluntad férrea para proseguir, así como en valores y saberes que distinguen a las culturas indígenas y campesinas que construyen un invaluable arsenal para promover el desarrollo sustentable.

“La posibilidad de que contribuyan armados de nuevos conocimientos a que empresas del medio rural se consoliden o nazcan saludables es un estímulo especial que debe animarlos; inclusive, tales organizaciones podrán generar empoderamiento de las mujeres que hoy lo requieren con una mayor urgencia”, puntualizó.

Durante su intervención, Ariel de la O Galindo, asesor del Diplomado y profesor de la FES Aragón de la UNAM, expresó que el nuevo contexto del emprendedor social plantea oportunidades que solo podrá aprovechar si hace frente a los desafíos al implementar una agenda estratégica específica, orientada a promover acciones e iniciativas básicas en el marco de sus procesos de desarrollo.

“El propósito de los egresados de este diplomado será seguir contribuyendo a la construcción del desarrollo, que tiene como centro al ser humano con sentido de pertenencia a un grupo o comunidad, con su idea de lo que pretende para sí mismo, como ideal y visión de futuro”, sostuvo.

En tanto, Alejandra Garduño Martínez, directora interina del Programa para América Latina y El Caribe de la Fundación W.K. Kellogg, afirmó que la pandemia no es la única amenaza que México enfrenta, también una serie de crisis sociales, económicas y medio ambientales que afectan el trabajo y la subsistencia de las personas dedicadas a las actividades rurales y que dependen de la preservación de los ecosistemas para resguardar sus medios de vida.

“Por ello nos satisface apoyar a profesionales, emprendedores y técnicos capacitados que aprovechan este tipo de oportunidades, porque estamos seguros que su esfuerzo se traducirá en negocios viables, decisiones responsables, fortalecimiento de vínculos y alianzas entre participantes, alumnos, docentes y respectivas redes, para que juntos contribuyamos al fortalecimiento de esas empresas”, enunció.

Para Serafina Gallardo Vázquez, del Departamento de Capacitación del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas, esta formación en línea  permitirá que quienes trabajan con comunidades impulsen una relación solidaria de autoorganización, fortaleciendo la identidad comunitaria de jóvenes y mujeres; la lengua, la cosmovisión y los territorios también son elementos fundamentales para promover la economía a otra que mejore las condiciones de vida de su población.

“Desde nuestro quehacer institucional es necesario reconocer las formas organizativas comunitarias indígenas, a través del impulso de iniciativas económicas de manera comunitaria que puedan tener un impacto con mayor incidencia a nivel regional, y es ahí que la formación curricular en una economía solidaria de propiedad colectiva puede generar ideas para crear emprendimientos a nivel comunitaria”, destacó.