#OpiniónYAnálisis por #PaulValdesCervantes
La vox populi es mayoritariamente negativo cuando evaluan la prevención del gobierno para enfrentar los desastres naturales, pues 51% la considera mala y muy mala, y 28% cree que es buena y muy buena. La polarizacion se presenta nuevamente entre morenistas y opositores, pues los morenistas aprueban mayoritariamente las acciones del gobierno encabezado por Lopez Obrador; y los opositores las desaprueban.
El huracán OTIS pasó en unas cuantas horas de categoría 2 a la máxima de 5, y produjo afectaciones en la totalidad de la vida de Acapulco, en la infraestructura hotelera, y en la población en general. Otis ha sido clasificado como una de los peores huracanes, superando a Paulina clasificado como categoría 4 en 1997, y cuestionando el desempeño del gobierno. El icónico puerto turístico es el motor de la economía del estado de Guerrero, uno de los más pobres del país.
Las imágenes que recibimos del impacto del huracán son impresionantes, y nos dan una idea de como cambió radicalmente la vida de la ciudad pues afectó la totalidad de la infraestructura hotelera, la electricidad, vialidades y telefonía. Lo más probable es que algunos prestadores de servicios turísticos cuenten con seguros, pero la mayoría de la población no los tienen, y con el paso de Otis perdieron parte de su patrimonio.
La reconstrucción de la ciudad requerirá muchos recursos gubernamentales y privados para recuperarse gradualmente. Las autoridades locales han advertido que la próxima temporada navideña se dispondrá del 20% del total de la infraestructura hotelera. El Fondo para desastres naturales (FONDEN) desapareció en 2021, y era el instrumento financiero que operaba para ayudar inmediatamente a la población afectada por huracanes y sismos. El presidente López Obrador justificó su desaparición afirmando que era un “barril sin fondo” del que se robaban los recursos, sin embargo ante la catástrofe, hasta la fecha no se ha anunciado la cantidad y el origen de los recursos que el gobierno destinará para la reconstrucción. Más allá de la narrativa, el paso de Otis volvió a poner la atención en cómo opera el gobierno, y ha tenido un impacto negativo en la opinión pública, especialmente entre los opositores y los apartidistas.
De acuerdo a la encuesta de El Financiero publicada una semana después del evento, la opinión pública a nivel nacional se encuentra dividida y polarizada en su evaluación de la gestión del gobierno sobre el impacto de Otis.
Una ligera mayoría que alcanza el 37% califica positivamente la gestión del Presidente Lopez Obrador para enfrentar la devastación que dejó Otis, en tanto que 37% lo califica negativamente. Una sociedad polarizada puede evaluar un mismo tema de manera radicalmente opuesta. Entre los que se identifican con Morena, 80% califican positivamente, y 8% de forma negativa el desempeño de AMLO ante Otis, en tanto que quienes se identifican con el Frente Amplio (PAN, PRI y PRD), 0% lo califican positivo, y 84% negativo. Los llamados apartidistas , la mitad califica positivamente, y la mitad de forma negativa.
La vox populi es mayoritariamente negativa cuando evalúan la prevención del gobierno para enfrentar los desastres naturales, pues 51% la considera mala y muy mala, y 28% cree que es buena y muy buena. La polarización se presenta nuevamente entre morenistas y opositores, pues los morenistas aprueban mayoritariamente las acciones del gobierno encabezado por Lopez Obrador; y los opositores las desaprueban. Uno de los segmentos que se caracteriza por pensar en el bienestar del país en general por encima de un partido es el de los apartidistas, y este grupo desaprueba mayoritariamente con 56% las acciones del gobierno para prevenir este tipo de desastres, y para enfrentar sus efectos.
Acuérdate de Acapulco como decía la canción María Bonita, nos recuerda la necesidad de contar a la brevedad con recursos públicos del gobierno federal y privados para la reconstrucción del tradicional destino turístico que genera el 80% de la economía del estado de Guerrero.
