#OpiniónYAnálisis por #ArturoArgente
Richard Elliott Neustadt, fue un politólogo estadounidense especializado en la presidencia de Estados
Unidos, se desempeñó como asesor de varios presidentes y desarrollo una visión objetiva sobre el
ejercicio del poder presidencial. Su libro “Poder Presidencial” es uno de los libros más influyentes jamás
escritos sobre liderazgo político.
Neustadt analizó el proceso de toma de decisiones en los más altos niveles de gobierno. Sostuvo que, en
realidad, la figura del presidente es bastante débil; no puede efectuar cambios significativos sin el aval
del Congreso; y en la práctica todo presidente debe de gozar de una combinación de competencias
como persuasión personal, reputación profesional y prestigio público para ser exitoso en su gestión.
La próxima titular del ejecutivo en nuestro país será mujer y el 1 de octubre de 2024 rendirá protesta
como la primera presidenta de la República. Nos faltan 9 meses de campañas que, tal vez, serán
tediosas; pero, una vez que se termine la jornada electoral, se iniciará un intenso y entretenido período
de transición. A partir del 2 de junio de 2024 habrá en todo México una sensación de cambio de página;
se dará inicio a un nuevo capítulo en la historia del país, y también se nos presenta una nueva
oportunidad.
Según la información del INE, el 2 de junio de 2024 se elegirán más de 20.000 cargos públicos. Entre
ellos, se renovará la Presidencia de la República, así como el Congreso de la Unión: 128 senadores y 500
diputados. Además, se elegirá a 9 gobernadores: Ciudad de México, Chiapas, Guanajuato, Jalisco,
Morelos, Puebla, Tabasco, Veracruz y Yucatán. En los 32 estados de la república se renovarán
legislaturas locales y ayuntamientos, entre otros cargos. En el caso de la Ciudad de México, se elegirá a
los nuevos titulares de las 16 alcaldías.
Los retos que deberá enfrentar la próxima presidenta de la república son varios y no serán nada fáciles
de atender, por lo que será fundamental contar con el apoyo del poder legislativo para poder gobernar
con eficacia, cumplir con el respeto a la soberanía popular y con la necesidad de ejercer el poder con
plenitud. El desafío para la presidenta electa y su entorno será el de integrarse, en muy poco tiempo, a
un gobierno que funcione. La arrogancia crece cuando se convierten en “triunfantes” y luego “electas”.
Las candidatas tendrán que pensar en el futuro y pensar en la transición porque sólo tendrán 120 días
para empezar a gobernar.
Neustadt entendió que un presidente no podía apoyarse solamente en su investidura para concretar sus
metas, sino que debe hacer uso de sus poderes de persuasión para atraer y convencer al Congreso, a sus
colaboradores, a su partido y al público. El éxito depende de cómo un nuevo presidente realiza una
transición exitosa al cargo y comienza a gobernar.
Neustadt, siempre estuvo consciente de los retos y las características generales que rodean a la oficina
presidencial, de los demás actores que componen un gabinete y de las cualidades particulares del propio
presidente. Es cierto que ninguna transición es igual, pero Neustadt atiende el contexto de las
necesidades particulares de un presidente y su época, las cuales se traducen en éxito al ejercer el poder.
Dr. Arturo Argente Villarreal.
Escuela de Derecho
Tec de Monterrey
Campus Toluca.
