#OpiniónYAnálisis por #OscarGlenn
#Ojalá
Todo parece indicar que el discurso de cierre de precampaña de Xóchitl Gálvez el pasado domingo como aspirante a candidata a la presidencia, logró ser el arranque que se había tardado en presentar; un revulsivo para sus simpatizantes panistas, priistas, perredistas y de la sociedad, civil, una inyección de ánimo para quienes por momentos se había observado faltos de convicción sobre sus posibilidades de triunfo en las urnas.
Y si bien el evento no fue un acto de magia idílico, si logró establecer con contundencia varias ideas concisas y comunicables para señalar contrastes y pendientes del actual gobierno, que además son fácilmente recordables. Reapareció la Xóchitl claridosa, socarrona, provocadora que logró un día arrebatarle la agenda al presidente influencer. Se liberó quizá de la presión para parecer un poco priista, perredista y más panista.
Evidencia es que la mayoría de los medios de comunicación, coincidieron retomar que “México está perdiendo el valor de la Vida, la Verdad y la Libertad, el reconocimiento al poder del presidente más el subsecuente desafío y la exigencia al INE de sacar al presidente y los gobernadores de la contienda, para rematar con el reto: “Señora Sheinbaum, si le dan permiso nos vemos en los debates”. Cierto es que no ha ganado nada, pero si enfocó y recuperó esencia que debe servir en campaña.
En la contraparte, aún cuando no ha hecho un cierre formal de precampaña, la doctora Claudia Sheinbaum evidentemente ha mejorado en su dominio escénico, oratoria e imagen, ha entrenado y aprovechado todas las fortalezas de su posición como candidata del oficialismo, empezando por el respaldo de la poderosa figura presidencial, más el trazo remarcado de una agenda de campaña sustentada en la idea de continuidad.
El efecto que sembró el cambio de régimen es también elemento diferenciador que suma energía a la causa de la exmandataria capitalina, como era de esperarse y si alguien le quiere reprochar que retome día con día los temas, opiniones y expresiones de la figura presidencial, es que quizá no entiende que no hay ruta mejor que esa.
Los reflejos políticos de su equipo para convertir en misiles, las pifias de sus adversarios, han servido también como inyección anímica propia, que dan material para múltiples dudas y contribuyen a asentar la ventaja de más de diez puntos que muchas encuestas presentan.
En torno a ellas se ha mantenido una polémica intensa en las redes sociales, donde cada uno de los bandos de analistas, expertos como amateurs, ejercitan la agudeza en paralelo con la creatividad, para el cuestionamiento, la argumentación y desde luego la ofensa descarnada en el terreno donde casi todo vale.
Así, con todos estos antecedentes, con la forma y fondo como materia, la Comisión Temporal de Debates del INE acordó que el 7 y el 28 de abril, así como el 28 de mayo, se encuentren frente a frente en formatos que pretenden ser interactivos. Ojalá para casi tres meses de campaña, consideraran aumentar el número, habría mucho material interesante.
