- Opinión y análisis de Vanessa Valles
Tradición, creatividad, trabajo, orgullo, identidad, pasión, fiesta y color es lo que produce la capital de la pirotecnia, Tultepec, que nuevamente esta semana se convirtió en el centro de atención luego de las explosiones que ocurrieron en un taller de pirotecnia en la zona de La Saucera en este municipio.
En un video que me enviaron vecinos del lugar y que subí a mi twitter se puede observar la magnitud de la segunda explosión. La primera ya había dejado una columna de humo que se veía a kilómetros de distancia del lugar de los hechos; la segunda, fue captada justo en el momento en que ocurrió. En el video se observa que elementos de seguridad estaban resguardados tirados en el suelo boca abajo, cuando en ese momento se dio el estallido del polvorín.
Previo a esa explosión otro polvorín había estallado en la región de San Pedro de La Laguna, en Zumpango.
Y es que pese a los esfuerzos de las familias y de las autoridades para por mantener medidas de seguridad necesarias para evitar accidentes estos siguen ocurriendo.
Muchos de los comentarios que se leían en redes sobre estos hechos fue recriminando y acusando a las personas de seguir en esta actividad, pero no se ponen a pensar que muchas son las familias que han hecho de la fabricación de fuegos artificiales su modo de vida por generaciones .
Lo cierto es que se tienen unir esfuerzos de los pirotécnicos y de las autoridades para que se garantice la seguridad de los artesanos pirotécnicos, de sus familias, de los elementos de protección civil y por su puesto de la ciudadanía
Los riesgos de la elaboración de estos productos son muy grandes, poco a poco se han ido sumando esfuerzos para que los accidentes sean menos frecuentes y de menor magnitud, pero accidentes como el ocurrido el martes pasado sigue siendo una señal de que aún hay que mejorar.
