El coloso presentó varios movimientos volcanotectónicos acompañados de exhalaciones y ligeras emisiones de ceniza, sin que se modifique el nivel de alerta.
Durante octubre de 2025, el volcán Popocatépetl registró una serie de seis sismos de tipo volcanotectónico, con magnitudes menores a 3 grados. Los movimientos ocurrieron en distintos momentos del mes y se asociaron con la actividad interna del volcán, caracterizada por la liberación de energía en fracturas de roca cercanas al conducto principal.
Además de estos sismos, el Popocatépetl emitió exhalaciones de vapor de agua, gases y ligeras cantidades de ceniza que alcanzaron alturas de entre 300 y 400 metros sobre el cráter. Estas emisiones se desplazaron principalmente hacia el este y noreste, provocando una ligera caída de ceniza en algunas comunidades cercanas.
El Centro Nacional de Prevención de Desastres mantiene el semáforo de alerta volcánica en Amarillo Fase 2, nivel que implica actividad moderada y la posibilidad de explosiones de baja intensidad. Las autoridades reiteraron la recomendación de no acercarse al cráter ni a las zonas de riesgo, especialmente durante lluvias, cuando aumenta la posibilidad de flujos de lodo o materiales volcánicos en las barrancas.
Aunque los sismos no representan un riesgo inminente de erupción mayor, los especialistas continúan con la vigilancia constante del volcán, que se mantiene activo y bajo observación permanente por parte de los sistemas de monitoreo sísmico y satelital.
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