Un enfrentamiento que se dio entre facciones rivales dejó al menos 57 muertos en la prisión de Altamira, en el norte de Brasil. Además de los fallecidos, varias personas resultaron heridas y dos agentes penitenciarios fueron tomados como rehenes y posteriormente liberados.
La portavoz de la Supertintendencia del Sistema Penitenciario de Pará señaló que se llevó a cabo una inspección en la que se hizo un recuento de los presos para determinar cuántos habían perdido la vida.
La Susipe no ha identificado aún los nombres de los muertos en la cárcel de Altamira ni tampoco el nombre de las organizaciones criminales que estuvieron involucradas.