Opinión y análisis por Javier Martínez
Los desastrosos resultados de los últimos años en las elecciones, en donde el PRI ha perdido 21 estados y más de dos mil municipios que gobernaba, obligan al Partido Revolucionario Institucional a renovarse o morir. Desafortunadamente, para los priistas el único que no lo entiende es su líder nacional, Alejandro Moreno “Alito”, mentor de las derrotas y culpable de las renuncias de militantes que ven en su persona un dique para la reconstrucción del partido.
“Alito” olvidó la regla no escrita del PRI, si pierdes la elección renuncias por dignidad y das paso a una reconstrucción de liderazgos, algo que se ve muy lejano por la necedad del líder nacional, quien no acepta su responsabilidad en las derrotas; pero la declive bajo su mando es inocultable, desde su llegada prácticamente el otrora partido invencible no ha ganado, casi nada, salvo Coahuila en este año, triunfo que no puede ser atribuido a su liderazgo y menos a su estrategia.
Ante su necedad, figuras del priismo nacional como Claudia Ruiz Massieu, Miguel Ángel Osorio Chong, Eruviel Ávila, Omar Fayad y Nuvia Mayorga han renunciado al partido, acusando a Alejandro Moreno de no dar parte a una renovación del PRI, de enquistarse en el poder y de usar el partido solo para sus fines. Pero, más allá de las acusaciones, el líder del PRI debe someterse a una evaluación real, donde los números desde su llegada en el 2018 no le favorecen.
El caso del Estado de México es muy similar, Eric Sevilla no se siente responsable de la derrota, a pesar de ser el representante del gobernador Alfredo del Mazo y, de la falta de apoyo a Alejandra del Moral. Quiere mantenerse en el cargo con miras a la repartición de candidaturas en el 2024. Sin embargo, la situación del PRI mexiquense va a cambiar después del 16 de septiembre, porque los priistas piensan hacer una evaluación más objetiva acerca del proceso electoral de junio y difícilmente el grupo Delmacista tendrá argumentos para debatir con los inconformes.
De hecho, muchos priistas piden a gritos que Eric Sevilla renuncie a su cargo, para dar paso a la reestructuración del partido en el Estado de México, pero como son disciplinados, no hace mucha alharaca con el tema, esperan los tiempos pertinentes y pondrán en la mesa el tema. La idea es deshacerse de todo el grupo que los llevó a la derrota, pero la lógica indica que respetarán al líder en el Congreso local, Elías Rescala, al considerar que será su responsabilidad sacar adelante las cuentas públicas de Alfredo del Mazo y, en caso de no hacerlo, también será su responsabilidad.
Los grupos priistas mexiquenses pelearán sin cuartel para ver quién se queda con el partido; de las alianzas que realicen será el éxito, pero para no dejar de mencionar a algunos, Ana Lilia Herrera tiene la autoridad moral para decidir o imponer condiciones; Mario Santana Carbajal fue de los pocos que le ganó a Morena en su región; los líderes del norte son varios, pero todos juegan por separado, entre ellos: Miguel Sámano, José Manzur, Ricardo Aguilar y Gustavo Monroy.
De acuerdo con fuentes de La Mayoría Silenciosa, en la última reunión que tuvo Alfredo del Mazo con los diputados, los liderazgos acordaron unirse y hacer un solo bloque en el Estado de México, ya que prevén la intervención de Alejandro Moreno para imponer un líder o adueñarse del proceso electoral que viene. Sin embargo, hay que recordar que Ana Lilia Herrera y otros diputados federales cuentan con el apoyo de “Alito”, no sería extraño que alguno de ellos fuera elegido para tomar las riendas del PRI en la entidad.
PRD más de lo mismo
Formalizar la presidencia de Agustín Barrera en el Partido de la Revolución Democrática después de las pugnas con Cristian Campuzano, solo demuestra que el PRD no aprendió la lección. Hicieron recorrido, según ellos, se evaluaron, pero dejaron al líder de Vanguardia, Omar Ortega, decidir al dirigente estatal cuando fueron ellos quienes tomaron la decisión de aliarse al PRI, y gracias a ello, están en lo mínimo para mantener su registro como partido en el Estado de México.
En el PRD no están ofreciendo nada nuevo, tal parece que siguen el camino de “Los Chuchos”, grupo que tiene al borde de la extinción al sol azteca en el país y lejos de dar paso a nuevos líderes, Vanguardia se ha adueñado del partido como si sus resultados avalaran su permanencia. De seguir así, La Mayoría Silenciosa se quedará el próximo año sin el único partido de izquierda como opción electoral.
Quinto año de AMLO: La Despedida
Inmerso en la designación de su sucesor para la presidencia de la República, Andrés Manuel López Obrador festejó su quinto año de gobierno, al cual denominó, El triunfo del pueblo, pero más que un festejo parece una despedida, en donde las evaluaciones faltaron y los logros se magnificaron, su cuarta transformación se quedó muy corta para sus ambiciones y su egocentrismo. Solo quedan las inauguraciones de sus obras emblemáticas y todo lo demás es proceso electoral, sus declaraciones en su conferencia matutina a diario hablan de elecciones más que de logros.
Desafortunadamente el pueblo no ganó, porque si López Obrador cree que con más programas sociales sacó adelante a México, se equivoca, eso es populismo. Aunque La Mayoría Silenciosa se lo festeje; perdimos porque hubo más inseguridad, porque no bajó la gasolina, porque no logró la seguridad social como la de Dinamarca. Y así podemos seguir durante muchas hojas, pero esto prácticamente ya se acabó. Esperemos que venga algo mejor.
