Tulancingo de Bravo, Hidalgo.- El gobierno municipal estudia opciones para el manejo de la basura y tratamiento final de los residuos sólidos (basura), aunque por el momento seguirá realizándose el depósito en el relleno sanitario manejado por la empresa privada Veolia.
No se anticiparon cuáles serían las opciones para el manejo, tratamiento final, y quizá reciclaje de los residuos sólidos, insistiéndose que se están estudiando varias opciones, por lo que en su momento se dará a conocer la más viable a ser utilizada.
El municipio de Tulancingo paga a Veolia mensualmente alrededor de un millón de pesos por el depósito diario en promedio de poco más de cien toneladas de basura; la empresa cuenta con un relleno sanitario ubicado en la comunidad de Sangre de Cristo, dentro del municipio de Santiago Tulantepec.
En dicho espacio, además de ser depositada la basura, se le da tratamiento final para evitar que se convierta en un foco de contaminación.
Fue en mayo del año 2012 cuando comenzó a depositarse la basura en dicho espacio, luego de que el basurero a cielo abierto ubicado en la comunidad de El Abra fuera clausurado definitivamente por autoridades en materia de medio ambiente.
Desde ese tiempo, e incluso antes de la clausura de dicho basurero a cielo abierto, el gobierno municipal ha buscado opciones tanto para el manejo y disposición final de los residuos sólidos, como también ha recibido propuestas, sobre todo de particulares.
Entre las propuestas que se han presentado, hay instalación de centros de reciclaje y reaprovechamiento de la basura, el uso de esta para la generación de energía eléctrica, entre otras.
En la mayoría de los casos se han encontrado circunstancias que implican inversiones de millones de pesos, de los que carece el gobierno local para concretarlas.
Dichas opciones se han estudiado con objetivo tanto de establecer economías en cuanto al pago que se realiza actualmente por el depósito y manejo final de la basura, como para incluso generar algún ingreso económico producto del reaprovechamiento de los mismos residuos sólidos.
Por Daniel Martínez Martínez