Valle de Tulancingo, Hidalgo.- Tulancingo tiene una cobertura de apenas 12 por ciento en servicios de telecomunicaciones con fibra óptica, siendo uno de los municipios del estado de Hidalgo con mayor retraso.
Lo anterior fue declarado por José Ramón Rodríguez López, secretario general de la sección 70 (Tulancingo) del Sindicato de Telefonistas de la República Mexicana (STRM) señalando que otros municipios de la región, considerados como rurales o semiurbanos, tienen una cobertura mucho más amplia de dicha red.
“La falta de actualización en las redes está provocando que Teléfonos de México (empresa para la que colabora el STRM) deje de ser competitiva, pues no se cuenta con la tecnología adecuada para dar servicio adecuado al cliente “.
El dirigente sindical recordó que la actualización tecnológica es uno de los temas incluidos en el pliego petitorio del STRM, que tiene emplazamiento a huelga para el próximo jueves 11 de mayo.
En Tulancingo, son colonias y comunidades de la periferia, como Napateco o Santa Ana Hueytlalpan las que tienen mayor avance en la actualización de tecnología.
Lo mismo en municipios considerados como rurales o semiurbanos, como Singuilucan, Santiago Tulantepec y Cuatepec; pero no ocurre la misma actualización en el caso del casco urbano de Tulancingo.
Rodríguez López señaló que directivos de Teléfonos de México les han señalado que el robo y vandalismo de instalaciones es lo que ha detenido la intención de llevar a cabo inversiones en actualización tecnológica.
Pero considera que la empresa sólo está buscando invertir en algunas zonas del país, lo que afecta la competitividad de la empresa, ante la creciente oferta que ya existe actualmente en el área de telecomunicaciones.
Por lo que el STRM insistirá para que se acelere el proceso de migración de cable de cobre a fibra óptica, durante la revisión y negociación del pliego petitorio.
“Porque a todos nos conviene: el cliente tendrá un mejor servicio, el colaborador de la empresa tendrá más trabajo y la misma empresa tendrá más clientes”, finalizó.
Por Daniel Martínez Martínez
