Aunque la secretaria del Medio Ambiente cada enero instala centros de acopio para reciclar, aún falta interés y participación de ayuntamientos para que en sus municipios se apoye con esta dinámica, incluso hay familias que prefieren quemar sus árboles, sin saber el daño que causan al medio ambiente.
Atlacomulco, Estado de México. – La navidad se terminó y llego la hora de decirle adiós a los adornos de la temporada incluyendo el árbol que adornó cientos de hogares durante un largo mes, árboles que son abandonados en las calles, o que terminan en camellones y terrenos baldíos.
Para los que optaron por comprar un árbol natural, la mitad de Enero de cada año la Secretaria del Medio Ambiente lanza un campaña de reciclaje, instalando varios centros de acopio en diferentes ciudades de los estados, y en los municipios algunos ayuntamientos también participan en esta dinámica , sin embargo; ante la falta de centros de acopio y la nula importancia que los ayuntamientos del norte de la entidad dan a este tema , los mexiquenses de varios municipios de esta región optan por quemar sus árboles, y otros simplemente los abandonan en las calles, sin saber el daño que causan al medio ambiente.
Aunque algunos productores que operan en la zona no cuentan con un centro de acopio oficial, estos suelen recibir los árboles para que pasen por un proceso adecuado de destrucción, y que más tarde se reutilizan como composta, pero son contadas las personas que acuden a ellos, es decir; no solo es la falta de centros de acopio, también la falta de cultura que aún predomina entre mexiquenses en torno al reciclaje de árboles navideños.
Los impactos ambientales son diversos, por increíble que le suene los árboles abandonados en las calles, o que se tiran a la basura se convierten en un foco de infección y refugio de fauna nociva, provocan taponamientos en cauces de agua y alcantarillados, ademán de causar incendios con mayor facilidad ya que tienen una resina que es altamente inflamable.
Si aún tiene su árbol, recuerde que debe cerrar correctamente su ciclo de vida útil, y evite simplemente tirarlo a basura, o quemarlo, y menos si corre la suerte de contar con un centro de acopio cercano, o devuélvalo al sitio donde lo adquirió, pues en muchos de los casos son los mismos productores de árbol que participan en su reciclaje.
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