#Opinión por #Dr.ArturoArgenteVillarreal.
Escuela de Ciencias y Gobierno.
Tec de Monterrey.
Campus Toluca.
Un año más está por terminar y cómo último acto del poder legislativo se ha aprobado el presupuesto 2022 que regulará el ejercicio del poder el próximo año. 4 días de discusión y 52 horas de debate en la Cámara de Diputados fue lo que se tomó para aprobar con 273 votos a favor el presupuesto de egresos 2022. Es así como inicia el cuarto año de gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, quién ejercerá 7 billones 88, 000 millones de pesos.
Todos y cada uno de los planteamientos de la oposición fueron ignorados por el partido gobernante. Una de las partes que más resultó afectada con el resultado final de este presupuesto fue el árbitro electoral conocido como el INE. En esta ocasión, el recorte que sufrió este organismo público asciende a 4 mil 913 millones de pesos y refleja una falta de compromiso con la democracia por parte de los partidos que avalaron este recorte.
Lorenzo Córdova anuncio que el organismo autónomo acudirá a las instancias legales para hacer valer sus derechos y contar con recursos suficientes para llevar a cabo las tareas que tiene previstas en 2022, entre ellas, la revocación de mandato, cuyo ejercicio está en total riesgo.
Este presupuesto demuestra una total animadversión del partido que controla la mayoría en el Congreso hacia el INE. No olvidemos que es morena, el partido más interesado en promover una consulta qué busca ratificar el apoyo popular al presidente o su destitución. Además, este partido, de manera ilegal, está solicitando firmas para que se extienda el poder del Presidente López Obrador, pero el riesgo de este proceso irregular es que esas firmas sean usadas para apoyar el pedimento de revocación de mandato y alimentar su imagen. Además, todo este ejercicio de revocación de mandato requiere de una logística importante, como respetar las garantías de legalidad y certeza para que el resultado que se obtenga cumpla con los márgenes legales que contiene la constitución y que reflejan la imparcialidad que todo ejercicio electoral necesita reflejar.
Es cierto que una revocación de mandato tiene un menor costo que una elección de diputados federales, gobernador o de presidente de la república, pero no deja de ser cara y compleja. El INE ha calculado un monto de 3,830 millones de pesos para organizar la revocación de mandato. Lo más importante es que el INE haga valer las reglas y procedimientos esenciales que garanticen la integridad de una elección popular.
El último recurso que le queda al INE, es la de acudir al único contrapeso qué se vislumbra en este horizonte y que se encuentra representado en la Suprema Corte de Justicia de la Nación para hacer valer su inconformidad y lograr garantizar el justo ejercicio de su compromiso con la nación.
La democracia es una forma de vida que todo país debe de resguardar y debe de ser evaluada de manera constante para mantener su legitimidad y la eficiencia de sus instituciones. No olvidemos que toda democracia consiste en hacer valer la voluntad de una sociedad. No hay democracia perfecta, por lo que nosotros los ciudadanos, debemos de procurar el ejercicio más eficiente de este concepto para tener claro los retos que enfrentamos como país y manejarlos a nivel de comunidad. Debemos de reflexionar sobre nuestro deber con esta nación porque somos agente de cambio qué busca la mejora continua de nuestro país.