Bruselas ha multado con 242 millones de euros al fabricante de procesadores estadounidense Qualcomm por vender chipsets de banda 3G por debajo de los costos de producción.
El motivo de esto es que la compañía de Estados Unidos abusaba de su posición dominante con el fin de expulsar del mercado a su competidora Icera, de Gran Bretaña, situación que es ilegal, de acuerdo con las normas de competencia de la Unión Europea.