Debido a la intriga del caso, el fiscal de Michoacán ya dio la instrucción de reactivar las investigaciones.
El popular y recién estrenado documental de Netflix “El Guardián de las Monarcas”, metraje que recordó la ausencia de justicia por la muerte del activista Homero Gómez, ha causado la indignación de millones de mexicanos, quienes han solicitado que se reabra la carpeta de investigación por las incógnitas que rodearon la muerte del michoacano.
El tema incluso fue retomado la primera semana del estreno del documental por el gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, quien también consideró que se deben reabrir la investigación, exponiendo que es fundamental que la Fiscalía de resultados puntuales para que la ciudadanía pueda conocer la verdad.
Ante estas peticiones, Adrián López Solís, titular de la Fiscalía General del Estado de Michoacán afirmó que la carpeta de investigación aún no se ha cerrado e incluso, debido a la intriga, desde su autoridad ya se dio la instrucción de reactivar las investigaciones.
“La carpeta de investigación no se ha cerrado en ningún momento, ni siquiera en la condición que la ley nos autoriza del archivo condicional, es una carpeta que está abierta y en trámite”, apuntó.
Sobre los señalamientos que se han hecho hacia diversos funcionarios que pudieron estar involucrados en la muerte del activista, López Solís apuntó a que se habrá un estudio de la información que arroja el documental, sin embargo también visualizó que se trataría de una hipótesis de los creadores, exponiendo que su dependencia no se basará en declaraciones para determinar el resultado de la investigación.
“Una carpeta de investigación debe integrar datos de prueba resultado de actos de investigación que deben ser idóneos, pertinentes y suficientes para acreditar
dos grandes conceptos, el primero en hecho y la otra circunstancia que se puede establecer quién cometió este hecho o quien participó en el mismo”.
A más de cuatro años de la partida de Gómez González, su muerte ha estado rodeada de incógnitas. La causa oficial de su deceso fue determinada como ahogamiento, y las autoridades negaron que hubiera indicios de que Homero hubiera sido asesinado, ello pese a que la familia recibió llamadas de individuos que dijeron tenerlo secuestrado, las amenazas que ya había recibido y el traumatismo craneoencefálico que se produjo antes de que muriera ahogado.
