La jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada, anunció que a partir del 1 de enero del próximo año entrará en vigor un nuevo programa para la separación de residuos en tres categorías: orgánicos, inorgánicos reciclables e inorgánicos no reciclables.
De acuerdo con la mandataria capitalina, esta medida busca mejorar el manejo de desechos y fomentar una cultura ambiental más responsable entre los habitantes. El gobierno de la capital informó que se llevará a cabo una campaña de difusión para explicar los cambios y facilitar la adaptación de la ciudadanía.
En los residuos orgánicos se deberán colocar restos de frutas, verduras, hortalizas, cáscaras de huevo, café, té, pan, tortillas, productos lácteos sin envase, huesos, servilletas y heces de animales.
Los residuos no reciclables incluirán pañuelos usados, papel de baño, bolsas de frituras, pañales, toallas sanitarias, curitas, chicle, colillas de cigarro, celofán y calzado.
Mientras que los reciclables abarcarán papel, cartón, plásticos, vidrio, metales, ropa, textiles, madera y envases.
Brugada detalló que su administración destinará recursos al desarrollo de plantas de tratamiento de residuos orgánicos, con el objetivo de producir 300 mil toneladas de composta, aunque no precisó la inversión total.