El programa ha beneficiado a 270 jóvenes indígenas que provienen de 58 regiones del país y del extranjero desde 2011
El Programa de Liderazgo para Jóvenes Indígenas de la UDLAP es reconocido por el Centro Mexicano para la Filantropía, informó Laura Romero, directora académica del Departamento de Antropología de la universidad.
El Programa de Liderazgo para Jóvenes Indígenas de la Universidad de las Américas Puebla obtuvo el reconocimiento a las Mejores Prácticas Universitarias en la Promoción de Ciudadanía del Centro Mexicano para la Filantropía.
El reconocimiento a las Mejores Prácticas Universitarias en la Promoción de Ciudadanía del CEMEFI, busca distinguir las acciones de instituciones de educación superior encaminadas a promover la participación activa de su comunidad estudiantil y académica, logrando un impacto positivo. Razón por la que, en esta tercera edición de dicha convocatoria, la UDLAP fue reconocida en conjunto con otras instituciones.
Hay que recordar que desde su arranque en 2011, el programa ha beneficiado a 270 jóvenes indígenas que provienen de 58 regiones del país y del extranjero, representando a pueblos indígenas como Nahua, Otomí, Totonaco, Maya, Zapoteco, Mazahua, Zoque, entre otros. El programa ha fomentado la participación especialmente de aquellas comunidades indígenas en las que su lengua se encuentra en riesgo de desaparición como lo son el pueblo Yaqui y el pueblo Kumiai.
Laura Romero, directora académica del Departamento de Antropología, destacó que “la mayor parte de los egresados han contribuido positivamente al desarrollo de sus comunidades, creando proyectos para la preservación de la lengua y cultura, colaborando en colectivos dedicados al cuidado del medio ambiente y algunos de ellos, trabajando activamente en la defensa de los derechos de los pueblos indígenas”.
Recordó que el Programa de Liderazgo para Jóvenes Indígenas tiene como objetivo potenciar líderes promotores del desarrollo comunitario, capaces de generar propuestas de política pública, considerando métodos viables, convirtiéndose en verdaderos socios del desarrollo y representantes activos de sus comunidades.
