Cuautepec de Hinojosa, Hidalgo.- Vecinos de la colonia El Pedregal cerraron por espacio de poco más de media hora la carretera estatal Tulancingo – Cuautepec, para exigir solución a la falta de agua potable de la que carecen varias familias desde hace un par de semanas.
Germán Gayosso, director de la Comisión municipal de Agua Potable y Saneamiento (Capasch), se presentó en la zona, y tras breve consulta entre vecinos, se comprobó que el surtido de agua potable existe en algunos domicilios, mientras que en otros es nulo, o con problemas.
Por ello, se realizó inspección de la red para localizar taponamiento, lo que estaría impidiendo el paso del vital líquido.
El funcionario señaló que además de El Pedregal, los taponamientos han afectado a otras colonias de la zona, específicamente La Trinidad y parte de Tepantitla, lo que implicaría afectación para alrededor de un millar de familias.
Otros espacios donde se han encontrado taponamientos previamente, son las colonias Tres Reyes, El Molino, Puente de la Paz, así como las calles Jesús Valencia y Álvaro Obregón, en la cabecera municipal
Gayosso señaló que la recurrencia de taponamientos, si bien no es una constante, se presenta por la edad de las líneas de conducción, que tienen entre 40 y 50 años de funcionamiento.
Consultados sobre el tema, vecinos de la zona señalaron que existen domicilios donde hay tomas clandestinas, o que han realizado adecuaciones y reparaciones a la red que al no ser realizadas por especialistas, causan daño a otros vecinos.
Por su parte, el delegado de la comunidad de El Pedregal, señaló que otro factor que ha implicado los taponamientos, puede ser el arrastre de material de construcción proveniente de la cabecera municipal, a unos cuatro kilómetros de distancia del punto donde existe el problema del surtido de agua potable.
Dicho material remanente puede ser el usado durante la reconstrucción de calles, cuyas obras iniciaron el año pasado.
En tanto queda resuelta la situación, los afectados están siendo apoyados con surtido de agua por medio de pipas.
Por Daniel Martínez Martínez
