Claudia Rivera ha sido criticada por reunirse con el gobernador y el edil salientes, a pesar de que la dirigencia de Morena le pidió que no lo hiciera
Diana López Silva
Claudia Rivera tiene que dar una señal contundente para demostrar que no se está dejando seducir por intereses opuestos a Morena, en especial del grupo Morenovallista, como acusan diferentes personajes, incluso de su propio partido, indicó el politólogo Miguel Calderón Chelius.
Esto por las críticas que ha recibido la presidente municipal electa, por reunirse en este periodo de transición con el gobernador Antonio Gali y con el edil saliente Luis Banck, a pesar de que la dirigencia de Morena le pidió que no lo hiciera, hasta que se resuelva la elección de gobernador de Puebla.
Calderón Chelius consideró importante que Claudia Rivera mande una señal clara como la que dio Andrés Manuel López Obrador, al reunirse con Enrique Peña Nieto, ya que mientras el presidente saliente se autofelicitó por la Reforma Educativa, López Obrador dijo en la misma conferencia de prensa que la reforma será cancelada.
En el caso de Puebla, el analista consideró prudente darle tiempo a Claudia Rivera para terminar de diseñar su administración y que dé un mensaje que la libere de todas las sospechas.
“Me parece que tiene que empezar a mandar señales muy claras de cuáles van a ser sus políticas y cuáles van a ser las diferencias con el actual gobierno; habrá cosas, y me parece correcto, que deban tener continuidad, no asumir que todo lo que hizo el anterior está mal por definición, es un desperdicio de tiempo, recursos, etcétera, hay que darle continuidad a ciertas cosas, hay otras que hay que prolongar a fin de poderlas cambiar paulatinamente, y hay otras cosas que hay que cortar de tajo. Me parece que esa es la señal que tiene que mandar”.
Calderón Chelius no descartó que si Claudia Rivera logra mantener congruencia y resultados en su administración en el municipio, podría llegar a ser la primera gobernadora de Puebla en unos años.