Valle de Tulancingo, Hidalgo.- Pedro Arandadíaz Muñoz, Arzobispo Emérito de la Provincia Eclesiástica de Tulancingo, falleció este domingo 11 de noviembre, a la edad de 85 años, dejando una amplia trayectoria en servicio a la religión católica.
Su extensa trayectoria como ministro, y posteriormente, como cabeza regional de la iglesia católica, inició en 1956, tras recibir la ordenación sacerdotal en Roma, Italia.
Fue Vicerector del Colegio Mexicano en Roma durante un año, y a su regreso a México, ocupó el cargo de Prefecto de Disciplina, Profesor y Director Espiritual en el Seminario de León, Guanajuato.
También fue abogado y Procurador del Tribunal Eclesiástico, Examinador Pro-Sinodal, y Capellán del templo de San José de Gracia, también en el estado de Guanajuato.
Párroco de San Francisco del Rincón, Guanajuato, y Presidente de la Comisión Diocesana de Pastoral Social.
Fue, además, Director del Centro Educativo Obrero “Jolguaber”, y Representante de su Diócesis en el Consejo de Pastoral Regional.
En 1975, fue nombrado como Obispo de Tulancingo, siendo Papa Paulo VI, siendo consagrado en la Catedral de ésta ciudad el 24 de junio de manos del Cardenal Miguel Darío Miranda, convirtiéndose en ese momento en el decimosegundo Obispo de ésta región.
Gestionó que la Provincia Eclesiástica de Tulancingo se elevara a rango de Arzobispado, lo que se concretó el 22 de enero del 2007, recibiendo el palio de manos del Papa Benedicto XVI el 29 de junio de ese mismo año.
A su retiro del servicio eclesiástico, fue nombrado Arzobispo Emérito, y como tal fue reconocido el resto de su vida.
A partir de las tres de la tarde de ayer domingo, se iniciaron las honras fúnebres a Arandadíaz Muñoz en la Catedral Metropolitana de Tulancingo, y será el día de hoy, lunes 12 de noviembre, cuando Domingo Díaz Martínez, actual Arzobispo de Tulancingo, celebre misa de cuerpo presente en el mismo templo católico.
Por Daniel Martínez Martínez
