Inició la temporada de calor y para la industria panificadora representa uno de los periodos negativos del año, ya que durante cuatro meses el consumo de pan dulce cae hasta un 50 por ciento. Oliverio Cruz Gutiérrez, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Panificadora (Canainpa), dijo que esta situación obliga a algunos panaderos a bajar las cortinas de manera temporal o a dar vacaciones a sus trabajadores.
“No hay manera de poder sostenerse vendiendo la mitad y teniendo la mano de obra calificada que tenemos las panaderías y lo que hacemos es planear las vacaciones, por fuerza tenemos que disminuir el personal”, indicó.
Se estima que en promedio, cada michoacano consume alrededor de 70 gramos de pan al día, es decir, un bolillo o una pieza de pan dulce, con un valor promedio de cuatro pesos cada una. “Definitivamente son temporadas muy críticas para nosotros.
Sabemos que esto es cíclico, las panaderías estamos acostumbradas, pero ahora sentimos que se adelantó la temporada dos semanas”, apuntó.
Para aprovechar la temporada de calor, la industria panificadora busca colocar en esta Cuaresma el pan blanco para capirotada, un postre tradicional mexicano elaborado a base de pan tostado, queso, pasas, canela, piloncillo y diversas especias.
“El pan blanco se sigue consumiendo, esperamos que a partir del miércoles de ceniza podamos incrementar entre un 10 y un 15 por ciento la venta del pan blanco. En volumen estamos hablando de unas 300 mil piezas”, agregó. En las panaderías tradicionales, este pan para preparar la capirotada estará ofreciéndose entre 40 y 50 pesos el kilo.
