Valle de Tulancingo, Hidalgo.- Dos familias de origen hidalguense quedaron separadas, debido a que uno de sus miembros fue deportado de los Estados Unidos la semana pasada, confirmó Julio César Cortés, presidente de la Federación de Hidalguenses en Illinois.
Al endurecerse las medidas migratorias a partir del inicio del gobierno del presidente Donald Trump, se aplicaron dichas deportaciones, quedando parte de sus miembros en la nación americana, mientras que otra parte fue enviada a México.
Pese al clima de zozobra que priva en general entre la comunidad mexicana radicada en el país del norte, el dirigente social descartó que, por el momento, se vayan a registrar regresos voluntarios masivos, concretamente al estado de Hidalgo.
Sin embargo, existe endurecimiento de verificación de la situación migratoria de los empleados en grandes empresas, lo que implicará deportaciones, con posibilidad de incrementar la cantidad de familias separadas.
La situación se complica en estados como Carolina del Norte y Sur, Georgia y Arizona, entre otros, con mucha presencia de hidalguenses, donde priva situaciones conservadoras, que implican a su vez posibles denuncias ciudadanas, sobre la situación migratoria de los hidalguenses.
Por lo que Cortés sugiere a las autoridades de Hidalgo que parte del presupuesto por 250 millones de pesos, aprobado para atención a migrantes en éste año, sea utilizado para políticas de atención dicha población.
Reconoció que en todo momento deben existir medidas de prevención en caso de deportación, por ejemplo, considerar una persona o una familia de confianza, a quien se le debe extender una carta para la tutela de menores de edad, y que éstos no sean recogidos por los servicios sociales estadounidenses.
“Estamos buscando que primordialmente se respeten los derechos humanos de nuestros paisanos, pero con lo sucedido, hay que tomar todas las prevenciones y atenciones que se puedan”, enfatizó.
Por Daniel Martínez Martínez
