Además de las iglesias enterradas en los municipios de Churumuco y San Juan Parangaricutiro, Michoacán alberga una más ubicada en Tlalpujahua, se trata de la antigua Iglesia del Carmen, la que debido a una avalancha de lodos quedó sepultada y hoy sólo conserva su torre en pie.
Este espacio se ha convertido en un atractivo turístico debido a su peculiar historia. Según relatan los residentes de Tlalpujahua, la historia se remonta a principios del siglo XVII, cuando en este espacio un grupo de españoles construyó una hacienda con la intención de explotar la mina de la región.
De religión católica, en la misma hacienda se mandó edificar una iglesia de adobe, la que fue adornada con figuras de ángeles y virgenes. Años más tarde los españoles se retiraron del lugar, lo que propició su deterioro, quedando únicamente de pie un muro donde relucía la Virgen del Carmen.
Para principios del siglo XVIII llegó al pueblo el cura Felipe Neri Vallesa, quien mandó edificar una nueva iglesia de cantera, recatando el muro de la imagen que permanecía intacta.
Así, este espacio se mantuvo en pie hasta la madrugada del 27 de mayo de 1937, cuando fue cubierta por los residuos de la Mina Dos Estrellas, se calcula que perdieron la vida entre 700 y 1000 personas, las que se encontraban dormidas mientras sucedía el deslave.
Como si fuese un milagro, el muro de abobe que albergaba la imagen del la Virgen del Carmen resistió de nueva cuenta y para 1937 fue trasladado hasta la iglesia principal, la que cambió su nombre, de llamarse Iglesia de San Pedro y San Pablo se le nombró Santuario de la Virgen del Carmen.
