Valle de Tulancingo, Hidalgo.- Casi un año después del anuncio por parte del gobernador Omar Fayad Meneses respecto a la conversión de las sedes de las coordinaciones regionales de planeación por ventanillas únicas de servicio, el proyecto no ha avanzado.
En el caso de la región Tulancingo, los colaboradores de la instancia, dependiente de la extinta Secretaría de Planeación, Desarrollo Urbano y Metropolitano (Sepladerym), están a la espera de saber qué cambios operativos existirán.
Al rendir protesta al cargo de gobernador el 5 de septiembre del año pasado, Fayad Meneses aseguró que las 18 sedes regionales de la Sepladerym se convertirían en ventanillas únicas regionales.
Con ello, se descentralizarían servicios y trámites diversos, por ejemplo, obtención de constancias de antecedentes no penales, revisión de estados catastrales, entre otros.
En visita a la región semanas después de dicho anuncio, Lamán Carranza, actual responsable de Prospectiva y Planeación del Gobierno del Estado, reafirmó el proyecto, señalando que sólo se conservaría un área para la revisión de documentación y avances en trabajos de gobiernos municipales.
En la sede regional, ubicada en la calle Yucatán, en la colonia Insurgentes, la actividad administrativa es escasa, apenas se registra movimiento, en la mayoría de los casos, de empleados de la anterior dependencia.
Cabe recordar que actualmente laboran en el edificio apenas el 40 por ciento del personal original, debido a renuncias de colaboradores, presentadas a inicio de la actual administración estatal.
Son aproximadamente 30 personas las que laboran en el edificio, sede regional de la Sepladerym hasta septiembre del año pasado.
Consultados sobre el proyecto de ventanilla única regional para trámites de gobierno estatal, los actuales colaboradores señalaron que hasta el momento, no se les ha dado a conocer el proyecto de trabajo, y mucho menos los lineamientos.
Mientras tanto, los consultados señalaron que se ocupan de “labores administrativas en general”, sin abundar en mayores datos.
Por Daniel Martínez Martínez
