Tulancingo de Bravo, Hidalgo.- Las instalaciones de lo que será el Museo Cultural de Huapalcalco, siguen sin poder ser utilizadas, debido a que la compañía a cargo de construcción y adecuación de espacios ya existentes, no se han culminado satisfactoriamente.
José Francisco Palacios, jefe de museos municipales, reveló que el gobierno municipal no ha recepcionado la infraestructura, ubicada en la zona conocida como “Los Conos”, debido a que se han detectado detalles en los materiales usados, así como en acabados pendeintes.
Hace casi un año, el 28 de febrero del 2016, autoridades municipales en funciones en ese momento, realizaron banderazo de inicio de obra, anunciando que la inversión sería de 2.5 millones de pesos, provenientes de fondos federales.
Se aseveró que las instalaciones del Museo Cultural de Huapalcalco sería entregado antes de finalizar la anterior administración, lo que finalmente no ocurrió.
Palacios dijo que se están realizando visitas al recinto, con objetivo de detectar situaciones y detalles que se pueden subsanar, precisamente en este momento en que la empresa constructora está realizando las correcciones físicas.
El directivo anticipó que el recinto tendrá exposición permanente de piezas de etapa prehispánica, localizadas en la región, las cuales están a resguardo en este momento por parte del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Dicha exposición se complementará con el acervo existente por parte del gobierno municipal, para establecer un diálogo museográfico incluso interactivo.
Además, se contará con un área de exposiciones con acervo de las culturas locales, sumado a otra área donde se llevarán a cabo exhibiciones temporales, donde se dará énfasis a las aportaciones que puedan dar los habitantes de la zona, incluso de la región.
No se tiene un tiempo determinado para la entrega de las instalaciones, señalando el entrevistado que lo más importante, es que el espacio físico quede culminado de forma satisfactoria, tanto para las visitas, como para la adecuada exhibición del acervo.
Por Daniel Martínez Martínez