A pesar de que la presidente municipal electa, Claudia Rivera desatendio el llamado a no reunirse con el gobernador Antonio Gali, el dirigente estatal de MORENA, Gabriel Biestro, descartó rupturas en el partido.
Arturo Cravioto
En rueda de prensa con los diputados federales electos, donde hicieron el compromiso de no reunirse con ninguna autoridad estatal, hasta que no se resuelva la controversia por el presunto fraude electoral, el dirigente estatal aclaró que el exhorto a Rivera Vivanco solo fue una petición de solidaridad, por lo que negó que haya algún tipo de sanción o represalia, sin embargo sentenció que cada militante deberá responder a la ciudadanía por cada una de sus acciones, al expresar la insatisfacción que hay por las irregularidades en el proceso electoral.
En ese contexto, reiteró que una reunión con el gobierno en turno, representa caer en el juego de la búsqueda de legitimidad que están buscando los autores del presunto fraude.
“Ella decide acercarse, decide reunirse, nosotros no pensamos hacer ningún tipo de castigo ni de division, pero no compartimos nada de esto porque pensamos que sería fallarle a la gente que confió en nosotros”.
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Finalmente, argumentó que la negativa por parte de la dirigencia de MORENA de no reunirse con el Ejecutivo saliente es por “choerencia, congruencia y de respaldo” a la gente que votó por MORENA y por el candidato a la gubernatura, Miguel Barbosa, de quién aseguró, ganó la elección por 10 puntos, en un proceso en que le fue arrebatada dicha ventaja para imponer a la candidata del PAN, Martha Erika Alonso.