Actualmente, sus armas de caza como escopetas, machetes y resorteras, o incluso piedras, son su medio de protección contra talamontes
Toluca, México.- La devastación de sus fábricas de agua, los bosques, orilló a comuneros de Ocuilan y Xonacatlán, a formar grupos o guardias comunitarias para cerrar el paso de talamontes, pues no sólo se quedan sin áreas verdes, sino sin vital líquido.
En San Juan Atzingo, Ocuilan, y San Miguel Mimiapan, Xonacatlán, la tala inició hace dos décadas y un lustro, respectivamente. Se estima que diariamente en el primer sitio se talan hasta 300 árboles, y en el segundo bajaban madera con 50 camiones diarios.
Actualmente, sus armas de caza como escopetas, machetes y resorteras, o incluso piedras, son su medio de protección contra talamontes.
Un joven, quien se convirtió en guardián del bosque en Ocuilan, afirmó temer por su vida, pero está dispuesto a luchar para que los niños no se queden sin agua, porque le da tristeza que con la tala hay varios ríos que se han secado en la región.
El comisariado Ejidal de San Miguel Mimiapan, Salvador César Saavedra, aseguró que con sus guardias comunitarias cerrarán el acceso a sus bosques por dos décadas, y evitar que más manantiales se sequen.
Y rompe en llanto al reclamar que hayan devastado sus áreas verdes en los que nacieron, porque el monte es del pueblo y están dispuestos a dar la vida, para que no se queden sin agua.
En el caso de San Juan Atzingo, Ocuilan, en la últimas dos semanas se han tenido enfrentamientos entre comuneros y talamontes. El último el 7 de marzo, donde se quemó una camioneta con madera supuestamente talada ilegalmente.