Petróleos Mexicanos se guardó toda la información relacionada con el caso de Tlahuelilpan, que sucedió hace prácticamente cinco meses, donde destaca la cifra exacta de grupos que estaban inmiscuidos en el robo de combustible.
Esta medida se extenderá por cinco años pues, según Pemex, revelar esa información en la prontitud significaría una afectación para la estrategia con la que se está combatiendo el robo de hidrocarburos y gasolinas.
Pemex rechazó hacer pública esta información tras explicar que de “caer en manos equivocadas”, dicho informe representaría una herramienta para los grupos dedicados al robo de combustible o grupos delincuenciales de cualquier tipo, y es que se pondría en riesgo la seguridad de la institución y la vida de sus empleados.
Según Petróleos Mexicanos, significaría darle a estos grupos un modo de cambiar sus tácticas de operación para llevar a cabo sus actividades.