#Opinión de #RaúlMandujanoSerrano
- Un país donde a la muerte se le erigen altares y donde miles de fosas se abren sin cuerpos, también existen cientos de tumbas que guardan los restos de aquellos pequeños a los que la infancia les fue truncada por el crimen.
Mire Usted, en un país donde a la muerte se le erigen altares y donde miles de fosas se abren sin cuerpos, también existen cientos de tumbas que guardan los restos de aquellos pequeños a los que la infancia les fue truncada por el crimen. Son noticias que duele comentar, por su aterrador contenido, pero que debemos escuchar para reflexionar y entender el origen de la violencia contra la niñez. Mire, Paola fue detenida. Tiene 14 años de edad y podría haber asesinado a puñaladas a su hermanito Gael, de tan sólo 9 años, mientras éste dormía en su cama, allá en Xochimilco.
¿Qué lleva a una niña a cometer un crimen tan aterrador? ¿En qué tipo de hogar vivía? Y no es la primera vez que algo así ocurre ¿eh? Recordará usted aquel fatídico 2 de marzo del ya distante 2006, cuando en la colonia Cumbres, de Monterrey, Diego Santoy, asesinó a los pequeños Erick Azur y María Fernanda, de 3 y 7 años de edad, hermanitos de su ex novia Erika Peña. Los ató y apuñaló. No imagino su dolor que ellos sintieron o de sus padres. Un dramático, por no decir espeluznante caso.
Y no podemos olvidar otros hechos, como el de Edgar Jiménez, “El Ponchis”, detenido en el 2010, a los 12 años de edad. Un niño que aprendió a matar, que fue adiestrado como sicario del Cartel del Pacífico Sur. “El Ponchis” estaba relacionado con al menos 20 crímenes, aunque se le juzgo solo por 4. Y también está lo sucedido aquel enero de 2017, cuando las 08:51 horas, Federico, de 16 años de edad, entró a su salón de clases, en el Colegio Americano, en Monterrey, sacó de su mochila una pistola, y disparó contra una profesora y sus compañeros. La maestra murió y él se suicidó.
El 14 de mayo de 2015, en la colonia Laderas de San Guillermo, muy cerca de la prisión de Chihuahua, el pequeño Christopher, “El Negrito”, le decían, de tan sólo 6 años de edad, fue arrastrado a una pesadilla mortal cuando dos de sus primos, y tres amigos, de 11 a 15 años, lo tomaron de la mano para “jugar a los secuestradores” y acabaron matándolo a puñaladas, tras una larga e indescriptible tortura a golpes mientras estaba encadenado.
Oscar, en México, de acuerdo con cifras oficiales, al día son asesinados 3 menores de edad y 7 son reportados como desaparecidos. Miren, el 11 de febrero de 2020 Fátima fue secuestrada afuera su escuela. Una mujer se la llevó, había videos.
El sábado 15, su cuerpo sin vida apareció con huellas de abuso sexual y tortura dentro de un costal envuelto con una bolsa de plástico. Tenía 7 años de edad. No, no es tiempo del perdón y del respeto, es tiempo de que los padres de familia asuman su responsabilidad en la educación y conducta de sus hijos. Esta sociedad se está cayendo desde sus cimientos y no hay pretextos ni solo culpar a la televisión y el internet. Mi twiter @raulmandujano
