Durante una audiencia con medios de comunicación, el vocero de la diócesis de Aguascalientes, Carlos Alberto Alvarado Quezada, a nombre de la iglesia católica, lamentó la tragedia ocurrida en Tlahuelilpan Hidalgo, y se une al dolor que sufren los familiares de las víctimas de la explosión en el ducto de Pemex.
Durante una audiencia con medios de comunicación, el vocero de la diócesis de Aguascalientes, Carlos Alberto Alvarado Quezada, a nombre de la iglesia católica, lamentó la tragedia ocurrida en Tlahuelilpan Hidalgo, y se une al dolor que sufren los familiares de las víctimas de la explosión en el ducto de Pemex.
Asimismo, señaló que es triste ver los señalamientos de gente que se escuda en las redes sociales y emiten opiniones de burla, ante un hecho que consterna a México y el resto del mundo.
“La prudencia es la madre de todas las virtudes, pero si no somos prudentes la imprudencia comete todo este tipo de errores; si estaban robándose la gasolina, bueno es un acto, pero el fin no justifica los medios; califican el acto como robo y que ante el robo llevó a la penitencia y eso fue lo que les tenía que pasar, algunos otros decían: y eso fue poco. Qué mala sangre, por qué juzgamos el acto”.
El vocero indicó que es apremiante que el gobierno federal solucione la problemática que se está viviendo por el desabasto de la gasolina, ya que genera diversos conflictos entre la ciudadanía; finalmente hacen oración para que esto no siga presentándose y se regularice la situación.
