Pachuca de Soto, Hidalgo.- Dentro de 10 años, la entidad enfrentará un panorama complicado debido a la demanda de atención para enfermedades crónico degenerativas y cáncer, así como afecciones derivadas del sobrepeso y la obesidad, debido al tipo de alimentación y la poca prevención de padecimientos, indicó el delegado del Régimen Estatal de Protección Social en Salud (REPSS), Abraham Rublúo Parra.
Explicó que actualmente enfermedades como la hipertensión, complicaciones renales y las que son generadas por mala alimentación y poco ejercicio, son las que están incrementando las atenciones en todos los sistemas de atención; en ese sentido, recalcó que esa situación pasará factura a los gobiernos en el tema de recursos.
Investigaciones han demostrado que a medida que aumenta el peso hasta alcanzar los niveles de sobrepeso y obesidad, también incrementan los riesgos de padecer diversas afecciones, que son las que más requieren de recursos para su atención.
Algunos padecimientos asociados a ello son: enfermedad coronaria, diabetes tipo dos, cáncer de endometrio, de mama y de colon, hipertensión (presión arterial alta), dislipidemia (niveles altos de colesterol total o de triglicéridos).
Además del riego de un accidente cerebrovascular, enfermedad del hígado y de la vesícula, apnea del sueño y problemas respiratorios, artrosis (degeneración del cartílago y el hueso subyacente de una articulación), así como problemas ginecológicos (menstruación anómala, infertilidad).
“Si ahorita tenemos problemas, imagínense cuando todo mundo necesite un tratamiento de este tipo. Todos somos propensos a padecerlo”, puntualizó Rublúo Parra durante entrevista.
Explicó que hasta el momento no han realizado ningún estudio para focalizar cuáles son los municipios o regiones más enfermas, pero reconoció que en las ciudades principales es donde se focaliza el mayor número de enfermos, debido a la concentración de población.
Indicó que actualmente la apuesta es la prevención al modificar estilos de vida de niños y niñas, para que en ellos esté la transformación de los estilos de vida. “Ya no es una moda, las mamás son más conscientes de lo que esto significa y estamos apostando por ello”, refirió.
El entrevistado detalló que las enfermedades si bien son de buen pronóstico y alcanzan fácilmente la edad promedio de vida en hombres y mujeres, la calidad no siempre es la mejor, por ejemplo, a una persona cuyo diagnóstico de diabetes e hipertensión se declara a los 50 años y vive por lo menos hasta los 76, que es la esperanza de vida, pasa por lo menos 20 años en tratamiento, con esas enfermedades y sus complicaciones.
Por Daniel Martínez Martínez