Existe la posibilidad de volver a un confinamiento obligatorio en el territorio, decisión que se tomará la primera semana de enero.
Debido al incremento de más de mil contagios en la última semana por Covid-19 en Michoacán, el gobernador Silvano Aureoles Conejo advirtió que existe la posibilidad de volver a un confinamiento obligatorio en el territorio, decisión que se tomará la primera semana de enero.
El mandatario detalló que con base en el comportamiento de la enfermedad en lo que resta de diciembre, se decidirá si es necesario retroceder en las medidas de reapertura económica o tomar nuevas alternativas que garanticen romper la cadena de contagios.
Como medidas previas a lo que podría significar un nuevo encierro, Aureoles Conejo puso de ejemplo aquellas que instauró el edil del municipio de Zitácuaro, Hugo Hernández, quien propuso el cierre parcial de la actividad comercial a partir de las 19 horas, la suspensión de venta de bebidas alcohólicas y el servicio de comida para llevar en restaurantes.
A su vez, afirmó que, si los presidentes municipales comienzan a extremar medidas en sus localidades, se podría esperar un panorama más favorecedor para el inicio del 2021, en materia de contagios.
Algunas de las medidas de prevención, que ya se consideran con los alcaldes de las 15 ciudades con más enfermos en Michoacán, son: el peatonalizar los centros de dichas ciudades, así como zonas con mayor movilidad vehicular, evitando así que la gente salga de sus hogares por menor acceso a los sitios.
