Debido a los daños ambientales que se han presentado en el estado de Michoacán, están en riesgo hasta un 40% de las tierras de cultivo.
De acuerdo con las declaraciones de Rubén Medina Niño, titular de la Secretaría de Desarrollo Rural y Agroalimentario (Sedrua), algunos datos científicos revelan que la tierra de Michoacán enfrenta un proceso acelerado de degradación, la cual tendría una repercusión directa en los sectores productivos del estado.
La degradación de los suelos es un proceso multifactorial como: erosión, acidificación, salinización, pérdida de humus y carbono, des-equilibrios nutrimentales, compactación, encostramiento, anegamiento, contaminación, cambio climático que se expresa en sequías y menores tasas de precipitación, pérdida de biodiversidad, manejo irracional e insustentable de las tierras, y los acuíferos, todo suma.
Además, para este 2020 el Seguro por Daño Catastrófico, que hasta el año 2019 garantizaba al menos un respiro por pérdidas económicas a los agricultores locales y hoy día se encuentra únicamente en términos de negociación con la Federación para el despliegue de los recursos económicos.
De un millón de hectáreas de diferentes tipos de cultivos se estima que hasta 40 por ciento presentan rasgos acelerados de degradación con la tendencia a la desertificación.
Para finalizar, Rubén Medina mencionó que la desertificación es un fenómeno donde las variaciones climáticas y las actividades antropogénicas conducen a que los suelos pierdan fertilidad, en consecuencia, las tierras agrícolas y los ecosistemas pierden productividad, incluso dejan de cumplir con la función de producir bienes y servicios como la producción de alimentos.