Tulancingo de Bravo, Hidalgo.- Karen Ruiz Hurtado, presidenta del Consejo Directivo de Cruz Roja delegación Tulancingo, confirmó que el edificio que funcionó como hospital del 2016 al 2018, fue dado en renta a un particular, para el funcionamiento de una clínica.
Señaló que el Consejo Nacional de Directores de la Benemérita Institución aprobó a la delegación Hidalgo que pusiera en renta el edificio, construido en un terreno donado por el gobierno municipal y con inversión del gobierno estatal.
Ruiz Hurtado señaló que fueron revisaron todos los detalles jurídicos para dar en renta el edificio, ubicado sobre la carretera México – Tuxpan, frente a la comandancia de Bomberos local y junto a la sede regional de Guardia Nacional división Caminos.
Por lo que se determinó establecer el contrato de renta del espacio con una empresa particular que ya opera una clínica.
Ruiz Hurtado dijo que a partir del 2018, el hospital de Cruz Roja Tulancingo dejó de operar porque los costos eran muy altos, llegando a los cien mil pesos mensuales, que no se recuperaban.
“La gente seguía llegando a la sede del centro de la ciudad, como hasta la fecha, por lo que se determinó dejar de operar el espacio”.
Agregó que en dicha sede se registró el robo de un equipo de electrocardiograma y una computadora, lo que además hacía pocas seguras las operaciones en el ahora ex hospital de Cruz Roja Tulancingo.
El resto del equipo fue regresado a la sede en el centro de la ciudad de Tulancingo de la institución de atención médica.
La presidenta del Consejo Directivo de Cruz Roja Tulancingo no pudo ofrecer información sobre el monto de renta mensual establecido al particular.
Pero señaló que con lo obtenido, se cubrirá económicamente el costo de operación de la sede del centro de la ciudad, de unos 150 mil pesos mensuales, así como se llevará a cabo un proyecto de remodelación de dicha sede.
Dijo dicha remodelación sería a la estructura general del edificio, con unos 50 años de uso, con la posibilidad de ampliar los servicios médicos hacia los usuarios.
Por Daniel Martínez Martínez
