- Se ve urgente tecnologizar el campo en el estado para enfrentar climas extremos en el futuro
Pese a que ya se registraron las primeras lluvias del año en el Estado de México, como ocurrió en el 2023, el sector agrícola podría registrar pérdidas de hasta 30% en sus cultivos principalmente de maíz debido a los efectos de la sequía.
Mario López Rodríguez, consultor agrícola internacional en la entidad, recordó que de acuerdo con los pronósticos oficiales, será hasta mediados de junio cuando se establezca la temporada de precipitaciones, pero las siembras ya se realizaron y en la espera, algunas hectáreas no se lograrán.
Debido a la dificultad de evitar este fenómeno en 2024, señaló que se debe pensar ya en el siguiente año y tecnologizar el campo mexiquense con nuevos sistemas de riesgo y con la introducción de granos y semillas de crecimiento intermedio, tolerantes a la sequía.
“Hay que entender cómo se están dando las condiciones y qué es lo que tenemos que ir cambiando porque si no cambiamos en este momento, pues a las futuras generaciones va a estar más complicado entonces si tenemos que hacer conciencia de los cambios que tenemos que hacer”.
El especialista agrícola, también destacó que el maíz es uno de los productos que más se trabaja en la entidad, pero uno de los más delicados, por lo que si no se trabajará en la reversión del cambio climático, se debe pensar en otras alternativas de cultivo.
Como lo ha planteado el gobierno estatal, dijo que una de las opciones es que se cambien los productos que se cosechan en la entidad de acuerdo a las características de clima actual en cada región, ya que la insuficiencia de agua se perfila para ser un problema cotidiano en los siguientes años.