La experta de la oficina de las Naciones Unidas contra la droga y el delito en género y derecho, Patricia Olamendi Torres, lamentó que la violencia contra la mujer siga propagándose y consintiéndose dentro de los hogares mexicanos, debido a que existe la arraigada cultura mexicana que impide el desarrollo de las mujeres en distintos campos sociales lo que coloca a este sector de la población en una zona de vulnerabilidad.
Refirió que el asunto cultural de violencia contra la mujer ha trastocado límites que hace 20 años no figuraban pues además de ser víctimas en sus hogares, ahora son blancos de grupos delincuenciales ligadas, casi siempre, al narcotráfico.
“Las violaciones sexuales han crecido al país y eso nos habla de la violencia social si existe un crecimiento no sólo en el hogar sino en la comunidad y estas más expuesta, la presencia del crimen organizado ha hecho de las mujeres mucho más vulnerables o más presas a sufrir violencia pero además a final de cuentas somos las victimas olvidadas”, opinó.
Por ello aplaudió la intención del gobierno michoacano de concientizar a los elementos de seguridad pues las víctimas de violencia, en general no asisten a denunciar ante las fiscalías especializadas, sino que tienen el primer acercamiento con la policía y los ministerios públicos, donde desgraciadamente, sus demandas no encuentran el respaldo suficiente “muchas veces se denuncia un intento de homicidio pero hasta que pasa, es que se hace visible”
Sin embargo, no basta con crear conciencia en los cuerpos de seguridad pública, pues el aparato judicial también debe tener parte en este contexto sensible para que las denuncian prosperen y no de deje en la impunidad los casos de violencia contra mujeres “las víctimas de violencia difícilmente encuentran apoyo, aunque hemos hecho cambios en las leyes…. La mayor parte de los delitos de violencia familiar no se investigan, regresan a casa con el agresor y siempre lo he dicho, el feminicidio se anuncia, sólo que no siempre se quiere escuchar”, opinó.
