Afirmó que por eso y por la caída en la recaudación, el gobierno municipal depende de las participaciones federales, las cuales también están comprometidas por adeudos de gestiones anteriores
El adeudo de más de mil millones de pesos heredado de administraciones municipales anteriores es, de acuerdo con el alcalde de Toluca, Juan Rodolfo Sánchez Gómez, la razón por la que hasta este 16 de julio, los trabajadores del ayuntamiento no han recibido su prima vacacional de verano y la primera quincena de julio.
Tras la protesta de más de 5 horas que realizaron servidores públicos sindicalizados para exigir el pago, el edil sostuvo que las causas son ajenas a su gestión y explicó que el pasado 30 de junio, de una participación federal de 100 millones de pesos para Toluca, sólo se recibieron 17 millones debido a una retención vinculada con la deuda, lo cual impidió que se cubriera la nómina a tiempo.
“Por razones completamente ajenas a esta gestión municipal que nosotros no generamos, no llegó la participación respectiva que nos habría permitido cubrir la quincena y otros conceptos como la prima vacaciona”.
En ese sentido subrayó que los problemas financieros en Toluca son efecto de malos manejos y gestiones del pasado, a lo cual se suma una caída sostenida en la recaudación local desde que inició la pandemia en 2020 y provoca que se dependa significativamente de las participaciones federales, como se reflejó durante esta quincena.
Señaló que pese a esa condicional, se espera que la situación no se repita y que el compromiso con los trabajadores de Toluca es que el 19 de julio se realizarán los pagos correspondientes a la primera quincena de julio y a la prima vacacional.
Aprovechó para informar que desde este viernes, el gobierno local desconoce la interlocución con el líder sindical de los trabajadores del municipio, Juan Gabriel Garduño, pues sostuvo que su convocatoria a la manifestación de este viernes tiene detrás intereses políticos y personales, ya que se le buscó para informarle del retraso en el pago y el plazo para reponerlo y no contestó pero en contraste, convocó a sus agremiados con el argumento de que él buscó el diálogo y se le cerraron las puertas.
Afirmó que su actuar provocó que se dejaran de prestar servicios públicos, que se obstaculizaran calles y oficinas de gobierno, incluida la tesorería y que se intentaran voltear vehículos del ayuntamiento, por lo que a su parecer el interés es personal en busca de “quedar bien con alguien y mantenerse como líder sindical”.
Llamó a los trabajadores a no dejarse manipular y mencionó que su gobierno se encuentra en busca de alternativas para obtener más recursos y cubrir sus compromisos tanto con ellos como con proveedores a quienes también se les adeuda desde administraciones anteriores.
Alberto Dzib
