Fungían como halcones del crimen organizado en el municipio de Atzizintla.
Violeta García Rojas
El fiscal general del estado, Víctor Carrancá Bourget, reconoció que faltaron elementos de prueba para encarcelar a las 23 personas, liberadas por los jueces de control, que fungían como halcones del crimen organizado en el municipio de Atzizintla, donde fueron asesinados tres investigadores de secuestros y localizados en Veracruz con huellas de tortura.
A unas horas de que los jueces de control decretaron la vinculación a proceso de 42 personas, por su participación en la privación forzada de tres policías de la Fiscalía de Secuestros y Delitos de Alto Impacto (FISDAI), delincuencia organizada, portación de armas prohibidas, participación en Homicidios, asaltos y robos, Víctor Carrancá, sostuvo en entrevista que están en conocer la información de telefonía celular de los detenidos.
Con la intención establecer la red de vínculos entre autoridades municipales y la delincuencia organizada.
Aclaró que a raíz del operativo denominado Encrucijada el 9 y 10 de marzo pasado, las acciones delictivas en la zona han disminuido, porque los crímenes, asaltos y secuestros han sido nulos.
Al ser cuestionado sobre las investigaciones que pesan contra otros alcaldes de la zona llamada el Triángulo Rojo, el fiscal sostuvo que estarán agotando todas las líneas de investigación, sin adelantar nada.
Por último, dijo que por el corto tiempo que se tuvo para aportar elementos de prueba contra los detenidos, no se logró acreditar el espionaje, que es el delito en el que incurren los halcones.