Luego de una larga espera al fin devotos a la imagen del Señor de las maravillas acudieron al templo de Santa Mónica para poder venerar nuevamente.
Con señaletica sobre la 5 de mayo, los católicos se formaban, tomando su sana distancia para poder entrar al templo.
Como se establece en los protocolos los ciudadanos que entraban al templo pasaban por un tapete sanitizante, se les tomaba la temperatura y se les aplicaba gel, al interior igualmente con señales en el piso podían orar, pero ahora no se permite tocar la vitrina de la imagen por cuestiones de sanidad.
El máximo de personas permitido frente a la imagen son 4 personas, las cuales se les pide hacer sus oraciones de manera rápida para poder evitar largas filas o aglomeraciones a las afueras.
Hay que precisar, que la imagen del Señor de las maravillas es la que más congrega en toda la entidad, por lo que los protocolos para este templo en especial son más estrictos.