Tulancingo de Bravo, Hidalgo.- El gobierno municipal realizó el cierre de espacios públicos, como el jardín La Floresta, el Centro Cultural Ricardo Garibay, algunos polígonos de desarrollo, entre otros, con objetivo de evitar la concentración de personas, y con ello prevenir posibles contagios por coronavirus (Covid 19).
Sin embargo, en los alrededores del jardín central municipal la población se concentró en filas, sin obedecer los exhortos de las autoridades en materia de salud pública en cuanto a mantener una distancia de por lo menos un metro y medio entre una persona y otra, y con ello disminuir riesgos de contagio.
Las filas se registraron debido a que las personas esperaban turno a las afueras de los bancos ubicados en el centro de la ciudad, para ser atendidos, así como para realizar pagos en tiendas departamentales.
Mientras que se podrían ver las cintas amarillas, así como la presencia de elementos policiacos para evitar que las personas ingresaran o hicieran uso de los espacios públicos, la concentración de personas en las calles y andadores del primer cuadro de la ciudad era copiosa.
Ante dicha situación, el alcalde de Tulancingo, Fernando Pérez Rodríguez, hizo llamado a los directivos de dichos giros comerciales a cuidar que los clientes y usuarios mantengan lo llamado como “Sana distancia”, así como dar prioridad a la población vulnerable (personas de la tercera edad, mujeres embarazadas, población con discapacidad, entre otros), para ser atendidos con prontitud y con ello no estar por tiempo prolongado en la vía pública.
Dijo que el acordonamiento de los espacios públicos se mantendrá hasta que las autoridades sanitarias a nivel federal determinen el levantamiento de la cuarentena.
En recorrido realizado, también se pudo comprobar que familias completas caminaban por diversas calles del centro de Tulancingo, en algunos casos, sin uso de algunos de los implementos recomendados por autoridades sanitarias para prevenir contagios, sobre todo cubrebocas.
Por lo menos en dos ocasiones, dichas familias les fue llamada la atención por parte de las autoridades para que se retiraran a sus casas, lo cual fue ignorado por dichas familias.
Por Daniel Martínez Martínez
