Ni siquiera hace falta regresar mucho en el pasado para darse cuenta de cómo han cambiado las cosas
Desde el año pasado ya teníamos una idea del problema que se venía, pero en 2023, la situación con la Liga MX está más que clara, y no pinta nada bien para los millones de aficionados del fútbol que viven en México.
Se acabó la jornada 1 del Clausura 2023, y de todos los partidos que estaban programados para el fin de semana, apenas dos iban a salir por televisión abierta. El resto quedaron limitados a plataformas ajenas a la normalidad de este deporte en nuestro país.
Ni siquiera hace falta regresar mucho en el pasado para darse cuenta de cómo han cambiado las cosas; en 2017 , tras echarle un ojo al calendario de partidos de la jornada, bastaba con encender la televisión en el canal donde se transmiten los juegos de tu equipo favorito, ya fuera por la señal digital gratuita, o por un servicio de cable, y en alguna que otra ocasión estos iban en exclusiva por SKY, pero esto se limitaba a uno o dos juegos por fecha, casi siempre. Hoy día, en cambio, con suerte 1 o 2 partidos van por la TV tradicional, mientras que el resto están repartidos entre diversas plataformas de streaming, como ViX, iZZi, Fox Sports Premium, entre otras.
La pregunta es ¿por qué para el fútbol mexicano la atención al aficionado es lo último en la lista de prioridades? ¿Por qué darle la espalda así a la gente que siempre estuvo al pendiente de la liga? ¿Por qué convertir un deporte que debe ser para todos, en un privilegio exclusivo de unos cuántos? La respuesta es simple, y es que el dinero es el único verdadero interés de los directivos. Pero ese será también el inicio de su debacle, pues la Liga MX hace lo nunca visto, es decir, boicotearse a sí misma.
