Tulancingo de Bravo, Hidalgo.- Antes de pensar en la legislación para autorizar la interrupción legal del embarazo, se debe considerar educación, pero sobre todo formación y no sólo información sexual, consideró Domingo Díaz Martínez, Arzobispo de Tulancingo.
Ante las manifestaciones presentadas en días recientes por grupos, tanto a favor como en contra de la propuesta presentada hace un par de semanas por diputados de Movimiento de Regeneración Nacional (morena), Partido de la Revolución Democrática (PRD) y Partido Encuentro Social (PES), el prelado católico consideró que se debería pensar en programas de prevención y formación ética y sexual.
Dijo que debería existir inversión económica para ello, “en lugar de que los jóvenes tengan facilidades para ir a antros y todo eso”.
Díaz Martínez señaló que deberían existir proyectos donde a los jóvenes se les dé formación sobre temas sexuales, y no sólo información al respecto, “que las mujeres tengan estos espacios, donde se sientan protegidas, donde reciban información suficiente”.
Enfatizó que el tema no es exclusivo de las mujeres, los varones también tienen responsabilidad en tema de embarazos no deseados, por lo que en los eventuales espacios de atención al tema, deberían estar enfocados a ambos géneros sexuales, para que se formen conciencia y responsabilidades.
El Arzobispo insistió que el bebé tendría que ser el menos afectado por el tema, “no es el efecto el que debe ser atacado, tienen que atenderse los efectos, debe existir formación y no sólo información sexual”.
Invitó sobre todo a la población juvenil a acercarse a la iglesia católica, pues la institución cuenta con espacios de formación sobre el tema de sexualidad, o bien, que sea de forma autónoma e independiente que se acerquen a otros espacios donde se les brinde la atención.
Consideró que sobre todo los jóvenes deben conocer su cuerpo para disfrutar de forma integral a su ser, pues en algunos casos abusan de éste, y sólo buscan placer, con consecuencias que precisamente pueden llegar hasta un embarazo no deseado.
Por Daniel Martínez Martínez
