Pachuca de Soto, Hidalgo.- Regularizó la Secretaría de Educación Pública de Hidalgo (SEPH) a mil 603 trabajadores, quienes realizan funciones de docencia o administrativas, lo que les da certidumbre laboral. Logro en los primeros 100 días de gobierno.
Fue la titular de la SEPH, Sayonara Vargas Rodríguez, quien pormenorizó que la regularización de estos subalternos fue posible a partir de la gestión para la generación de 43 claves docentes, 376 claves administrativas por déficit en los centros de trabajo de distintos niveles educativos de Educación Básica; demás de la creación de 4 mil 129 horas de secundarias generales y técnicas por déficit del crecimiento natural, escuelas de nueva creación y expansión de grupos.
Ahondó en que en este mismo periodo se gestionó el pago de bono a 2 mil 913 maestros directivos sin clave, así como otro para rezonificación, de mil 805 trabajadores de la educación jubilados, y el pago de bono para mil 878 docentes de escuelas multigrado.
Sayonara Vargas destacó que estas acciones fueron en beneficio de las y los trabajadores de la educación, como un reconocimiento a la importante labor que diariamente realizan en cada una de las escuelas del estado y en las diversas áreas de la SEPH. “Se trata de uno de los eslabones más importantes de la tarea educativa, por lo que se continuará trabajando en favor de ellas y ellos”.
Explicó que además de la regularización de su situación laboral y de los bonos al personal de apoyo a la educación, la SEPH se preocupa por la actualización constante de las y los maestros, por lo que se llevó a cabo la capacitación a 4 mil 018 docentes, jefes de enseñanza, directivos y supervisores de Educación Básica sobre Comunidad Tutora.
Puntualizó que es prioridad durante su gestión, hacer de Hidalgo un referente nacional en materia educativa, pues con ello se lograría la construcción de un mejor estado, por lo que una acción estratégica de este gobierno que encabeza Omar Fayad será promover servicios educativos de la más alta calidad, en donde se reconozca el papel del maestro como un agente de cambio.
Por Daniel Martínez Martínez
