Este miércoles, Morena y sus diputados sepultaron la independencia de un organismo que por naturaleza debe ser libre. Lamentablemente, el Congreso del estado se ha erigido como el mayordomo del gobierno estatal después de imponer en la Auditoría Superior del Estado (ASE), con apenas 27 de 41 votos posibles, a un empleado más de Miguel Barbosa.
Hoy vemos con tristeza que la autonomía y división de poderes en Puebla es letra muerta. Los diputados de Morena se han convertido en apéndice y brazo ejecutor de los designios gubernamentales en perjuicio de la sociedad.
La ASE debe ser un organismo exento de toda manipulación, pero el gobernador pretende utilizarlo como instrumento de presión y castigo para los presidentes municipales y aquellos que no comulguen con la política morenista.
En el Partido Acción Nacional reprobamos nuevamente la intromisión gubernamental para designar personas afines a Barbosa en los órganos autónomos, como sucedió en el caso de la Comisión Estatal de Derechos Humanos.
Exigimos que la ASE no sea utilizada de manera facciosa, de lo contrario tiempos oscuros llenarán de grises nubarrones el entorno poblano.
