La festividad comenzó el 15 de mayo y se extenderá hasta el 18 con misas, procesiones y ofrendas en comunidades rurales
Por: Berenice León
Entre plegarias, música de banda , ofrendas, y bendiciones de campos agrícolas; agricultores del norte del Estado de México comenzaron este 15 de mayo las celebraciones en honor a San Isidro Labrador, santo patrono del campo, en una tradición que mezcla fe, gratitud y esperanza por buenas cosechas.
Las festividades se extenderán hasta el 18 de mayo con procesiones, misas y convivencias comunitarias.
Desde las primeras horas de este sábado capesinos de municipios como Temascalcingo, Jiquipilco, El Oro y Aculco acudieron a capillas y templos para bendecir semillas, herramientas y pequeñas muestras de sus cultivos. Algunos llevaron imágenes del santo adornadas con flores, mientras otros rezaron con sombrero en mano y el rostro curtido por el sol.
En localidades rurales campesinos organizan misas y bendicen sus campos agrícolas para pedir por sus cosechas y el agua.
“San Isidro siempre nos acompaña, él sabe cuándo llueve y cuándo se necesita que no falte la milpa”, comentó don Aurelio García, campesino de 68 años, mientras ajustaba el lazo de una figura del santo que encabezaría una pequeña procesión en la comunidad de San Pedro el Alto.
En varias localidades, se organizan misas especiales, procesiones con tractores decorados y comidas comunitarias en las que se comparten elotes, tamales y atole.
Aunque los desafíos para el campo no han disminuido desde las lluvias irregulares hasta el alza de los insumos , los agricultores mantienen viva esta celebración como un momento para reforzar la unión del pueblo y pedir por un ciclo agrícola generoso.