La nueva campaña del Gobierno Federal “hagamos bien las cuentas” genera polémica y rechazo en diferentes sectores por casos de corrupción y carestía en productos básicos, entre otros aspectos.
Es tan frecuente e indignante saber de casos de ineficacia, despilfarro y corrupción gubernamental qué hay quienes quisieran que casi se les aplaudiera cuando hacen lo que es su deber en niveles apenas aceptables.
Así, la más reciente campaña de comunicación de la Presidencia, lanzada a mediados de marzo, propone con tono regañón “hagamos bien las cuentas” para dimensionar de mejor manera los resultados de este gobierno en diferentes materias; todo en la víspera de la campaña presidencial donde el candidato del partido en el gobierno figura en tercer lugar en las encuestas de intenciones de voto y eso es atribuible, en parte, a las bajas calificaciones que han caracterizado a este presidente.
Si bien hay aspectos de lectura relativa, otros han avivado la indignación o antipatía, tras la reflexión propuesta.
Sin descalificar por inercia, le tomamos la palabra al presidente, hacemos las cuentas y ocupamos otros referentes para que esto se aprecie mejor, considerando que quizá el objetivo final no sea sólo que se piense, sino que se sienta que las familias mexicanas están mejor.
No sean bulleros… ha pedido el Presidente. Va también, atendemos la petición.
Según el más reciente reporte del CONEVAL, evaluando los resultados de la política social, en los últimos ocho años, la pobreza extrema disminuyó en el país, pero el número de pobres aumentó.
Esto es, 2.9 millones de personas dejaron de estar en situación de pobreza extrema, pero al mismo tiempo 3.9 millones de personas se sumaron al cúmulo de personas que viven con carencias y que en total según las cuentas son en México 53.4 millones de personas, es decir 43.6 por ciento de la población nacional.
El estudio indica que se logró la reducción de la mayoría de las carencias sociales, pero las dificultades de acceso a la seguridad social y a la alimentación todavía son altas además que los niveles de ingresos en los hogares, han tenido una trayectoria errática”, dice el secretario ejecutivo del Coneval, Gonzálo Hernández Licona,
3.5 millones más con empleo formal, pero… hay 30.1 millones de trabajadores informales mexicanos representan 57% de la Población Económicamente Activa. Pese al mentado combate a la informalidad, hubo 2.5% más de empleos informales en 2017.
Trabajar en la informalidad en nuestro país representa la falta de seguridad social, de un contrato por escrito, de prestaciones sociales distintas a la seguridad social, de carencia de acceso a un sistema de pensiones y de tributación fiscal.
Si consideramos el dicho que “México exporta más alimentos de los que importa”, ponga usted que sí, pero la canasta básica ha aumentado su costo desmesuradamente. $1,158 pesos costaba en 2012, para diciembre 2017 cuesta aproximadamente $2,900 pesos. Entonces esa mayor producción no ha benficiado a las familias mexicanas. ¿o si?
Donde más se siente a diario en los hogares, y el discurso oficial no alivia. Veamos las cuentas que cualquier ciudadano puede hacer y que ya se han propagado:
¿Cuánto cuesta hoy un kilo de huevo? $35 pesos. El pasaje $10 pesos.
Se liberó el precio del Gas LP, al igual que los combustibles automotrices y hoy cuesta cerca de $18 pesos el kilo de Gas.
La gasolina Magna en 2012 costaba $9.82el litro; en 2018, cuesta $18.08 aproximadamente.
La gasolina Premium costaba $10.36 en 2012 y ahora cuesta $19.15 aprox.
El diesel costaba $11.17y ahora $18.70.
El dólar estaba en 11.25 y ahora ronda los 19:00pesos, 52.48% de pérdida en 5 años.
En contraste con esto, muchos mexicanos sienten que la clase política y gobernante es indiferente a estos apuros, dado que gozan de los beneficios de muchos negocios jugosos, realizados al amparo del poder, asi como de la generosidad de los presupuestos institucionales, más la impunidad y los beneficios derivados de actos de corrupción, que afectan encima de todo el buen rendimiento de las obras y programa que deberian mejorar la calidad de vida de los mexicanos, asi como abatir la pobreza y la desigualdad.
Seguiremos haciendo las cuentas…
A primera vista el saldo no es positivo.
