“Yo decidí unirme a la policía vial porque me gusta, primero que nada mi trabajo, me gusta ayudar a la gente, me gusta cuando la gente se siente agradecida por lo que uno hace por ellos, simplemente con el hecho de darle el pase al peatón, se siente uno agradecido cuando se sienten seguros con uno mismo. “
Ser policía implica una responsabilidad grande, estar expuesto ante incidentes y eventos inesperados o peligrosos, por lo que se creería que sólo un hobre podría hacer frente a estas situaciones, sin embargo existen muchas mujeres que como en este oficio y otras profesiones, demuestran que el sexo débil no existe y ellas pueden desempeñarse de la misma manera que un varón, tal es el caso de Noemí Sánchez, oficial de la policía vial.
“Siento que somos un poco más entregadas, más responsables, y hacemos las cosas con cuidado, le ponemos más amor a lo que hacemos como mujeres.
Porque no importa el sexo, ni la condición o el estatus, las mujeres son libres de desempeñarse en el área que disfrutan, dejando atrás los estereotipos erróneos impuestos por la sociedad, rompiendo paradigmas.
“Simplemente que hagan lo que más les guste, donde quiera que estén, en el hogar en el trabajo que ellas elijan, que lo hagan con gusto y plenas”.
Voy a cumplir 5 años dentro de la corporación, me gusta mi trabajo y quiero seguir siendo policía vial.”
