Tulancingo de Bravo, Hidalgo.- Debido a que la actual pandemia por coronavirus ha obligado a personas que no tenían práctica de realizar compras por medio de páginas de internet, se ha registrado un incremento incluso exponencial en los fraudes cibernéticos.
Por ello, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), lleva a cabo conferencias y talleres para que la gente no sea víctima de un fraude cibernético, pues más allá de la denuncia, lo importante es prevenir.
Lo anterior fue señalado por Violeta Aguilar Sánchez, Jefa de Verificación de la Zona Centro Metropolitana de la delegación Hidalgo de la Profeco, que tras una conferencia sobre el tema llevada a cabo en esta ciudad, señaló que en una compra por medio de plataforma digital, lo primero que debe hacerse es verificar que la empresa sea seria.
“Además de los candados digitales, debe existir un teléfono, una dirección física a donde se pueda realizar una aclaración o un reclamo en caso de ser necesario”, señaló la funcionaria.
Agregó que los fraudes cibernéticos van muchas veces acompañados por engaños bancarios, donde los usuarios, en caso de no realizar verificaciones de seguridad, están en riesgo no sólo de perder dinero, sino de que les sean sustraídos datos personales.
“Estamos en total indefensión legal cuando entramos a una página que no tiene parámetros de seguridad para el consumidor, por eso es importante verificar la seriedad de la empresa antes de realizar una compra en línea”.
Aguilar Sánchez recomendó a los potenciales consumidores a verificar si la empresa es parte de las 964 que están dentro del registro con el que cuenta la dependencia federal, el cual se puede verificar en su sitio electrónico profeco.gob.mx.
La Profeco verifica la seriedad de cada una de las empresas que están en dicho listado, a la vez que invitó a las que aún forman parte, a registrarse.
En el mismo contexto, llamó a los consumidores de tener cuidado al realizar compras en redes sociales, pues ahí es más amplio el riesgo de ser víctimas de un fraude electrónico, al prácticamente carecerse de garantías para la compra de un producto.
Por Daniel Martínez Martínez
