Algo que lamentó, fue que los gobiernos utilicen las cifras de violencia como un reclamo cuando se trata de oposición.
Catalogada por la revista Time como una de las 100 personas más influyentes del mundo, la activista por los derechos de las mujeres, Olimpia Coral Melo, se dio cita en la capital michoacana para ofrecer desde el Palacio Municipal, la conferencia magistral denominada “Jornadas de acción y prevención contra la violencia digital hacia las mujeres”.
Frente las decenas de personas concentradas en el inmueble, antes de comenzar la charla, Olimpia agradeció a las colectivas feministas que “Se atreven a alzar la voz ante las injusticias”.
Después de una breve presentación y unos minutos en el micrófono, con voz firme, mencionó que la violencia digital puede comenzar desde que una persona tiene acceso a un dispositivo digital por lo que afirmó que a partir de la sociedad se deben cambiar los papeles para tener una verdadera igualdad entre géneros; se deben visibilizar las manifestaciones por los derechos de las niñas, mujeres, impulsar el liderazgo de niñas y niños, que exista educación sexual integral, jurídica y digital.
Recalcó que “No se nace siendo violentador ni feminicida”, una persona se vuelve agresiva por el entorno en el que vive y también, hizo hincapié en que muchas veces se escuchan frases como que “Se debe respetar a las mujeres porque tú también tienes una mamá o tu hermana”, sin embargo, externó lo obvio, que debería de haber respeto porque todos lo merecemos.
Algo que lamentó, fue que los gobiernos utilicen las cifras de violencia como un reclamo cuando se trata de oposición, pero nada hagan para frenarla
“Lastima mucho que en un estado, en un municipio con altos índices de feminicidio se ocupen las muertes para hacer política, para echarse carrilla en un evento y en otro, es responsabilidad de todos, del gobierno municipal, el gobernador, del mismo presidente de la república hacer la chamba”, expuso.
Cabe destacar que, gracias al esfuerzo de esta luchadora social, se creó la Ley Olimpia, iniciativa que ha salvado miles de personas del suicidio por haber sufrido violencia digital y que se encuentra vigente en alrededor de 20 estados, para así castigar el delito de difundir sin consentimiento imágenes de contenido erótico sexual que fueran tomadas con dispositivos tecnológicos.
