La camioneta de Del Mazo
HUGO MAURICIO GARCÍA
Ya perdió una vez, la tenía, era suya y se la quitaron, su cercanía al entonces gobernador del Estado de México no fue suficiente para alzarse con la nominación.
Ahora estuvo a unas horas de perderla una vez más, los que de esto saben dicen que: “el candidato en un arranque final y al ver ya casi perdido el apoyo del gran elector por segunda vez, se apresuró a topárselo en el hangar presidencial horas antes de un viaje internacional para suplicar su soporte, enseño encuestas, platicó, persuadió, apeló a la herencia, al apellido” (Garcia Soto). Con el serian 3 del mismo nombre en dirigir el destino de los mexiquenses.
Hoy es el candidato, ganó la primera batalla dentro del partido, pero no es la única que está luchando: enfrente tiene a un gobernador que parece asegurar el triunfo y también puede operar la derrota. Si bien la primera parte está hecha, esa se debe a fuerzas que operaron a su favor, pero las que están en contra dentro de su instituto político lo siguen estando: la herida sigue abierta.
La renuncia de su comunicadora social a tan solo 21 de iniciada la campaña, no es sino señal de la confianza que le debió haber dado y que le negó. Lo están copando.
Este candidato debería saber que en el nombre NO lleva el destino, que el destino se trabaja. Parece no saberlo.
La elecciones son ganadas por los candidatos y por un equipo bien integrado, se necesitan candidatos fuertes y con muchas ganas de caminar, de ensuciar sus zapatos y de que esos zapatos ensucien la camioneta en la que se traslada el candidato, no siempre podrá estar inmaculada como a el le gusta.
Este es la única vez que podrá ser candidato a gobernador y si la pierde, la súplica de poco habrá servido.
